En la víspera de la reanudación de las mesas paritarias estatales referentes de sindicatos de trabajadores de la administración pública redoblan cuestionamientos hacia la metodología de negociación del gobierno de la provincia. Los cuestionamientos reflejan el temor por eventuales dilaciones en las convocatorias y en las definiciones sobre nuevas actualizaciones salariales que son requeridas por los empleados públicos.
Tras conocer las variaciones de la canasta básica total y de la canasta básica alimentaria, que tuvieron un incremento casi similar al índice de precios al consumidor durante el mes de abril, se refuerzan los planteos por recomposiciones que eleven el piso salarial por encima de los 700 mil pesos. Independientemente de ello, el malestar de la dirigencia sindical se centra fundamentalmente en la metodología de negociación definida por el Ejecutivo.
En torno a ello, la titular de la Asociación del Personal de Organismos de Control (APOC), Susana Ustares, esgrimió serios cuestionamientos hacia el proceder de las autoridades. “La paritaria llamada así por el gobierno cuando se nos convoca no es real ya que no se trata de un mecanismo ordenado, no se labran actas que dejan constancia de los actos y de los ofrecimientos que el gobierno hace, y posteriormente si nos obligan a presentar escritos con cálculos e informes y en la mayoría de los casos no hay respuestas”, describió la delegada gremial.
En cuanto a los tiempos de negociación que maneja el gobierno advirtió que en los últimos años se tornó una constante que las autoridades anuncien a principios de mes, y a través de los medios de comunicación, el llamado a los representantes de los trabajadores, los que finalmente son convocados tiempo después. A la vez, advirtió que “recién a mediados de mes se concretan las reuniones pero a las apuradas con poco espacio entre reunión y reunión con lo cual no hay una verdadera vocación de debate y de análisis”.
Un aspecto no menor que fue expuesto por la mayoría de los dirigentes de gremios es la determinación del gobierno de imponer actualizaciones de salarios desconociendo los planteos y propuestas de los delegados. En torno a ello, Ustares, dijo, “no hay una segunda vuelta en las negociaciones, porque según ellos no hay tiempo porque se termina el mes y ya hay que liquidar y terminan sacando una circular de un día para el otro, y eso es todo”.
A partir de lo expuesto no dudó al afirmar que las mesas paritarias en la provincia de Jujuy no constituyen un verdadero ámbito de negociación, por el contrario, se instaló una metodología, ya implementada en la gestión anterior, que se caracteriza por las imposiciones.
Al ejemplificar las denuncias del arco sindical, recordó que el mes pasado el gobierno presentó un ofrecimiento de recomposición del 18 por ciento, en dos tramos. El primero de ellos, del 10 por ciento se acreditó con los haberes de abril, mientras que el 8 por ciento restante no tuvo ninguna confirmación por parte de las autoridades. Esto último generó malestar entre los sindicatos que habían requerido revisar dicho esquema, e incluso se elevaron contrapropuestas que no tuvieron respuesta alguna de parte de las autoridades.
De cara a la nueva convocatoria a paritarias, prevista para este jueves, afirmó que, “volvemos a la mesa de diálogo sin haber concluido nada de la etapa anterior y por eso consideramos que esto no tiene nada de serio, y por eso advertimos, y los trabajadores lo saben, que no hay un verdadero mecanismo paritario que se lleve adelante con todas las formalidades de la ley”.
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