Este fin de semana culmina el receso de invierno en la provincia de Jujuy, por lo que se espera la reanudación de las actividades en todas las áreas de la administración pública, particularmente en el ámbito escolar. Sin embargo, entre los trabajadores de la educación reina el malestar por la limitada propuesta de recomposición salarial del gobierno jujeño. En dicho marco, entre los trabajadores prevalece la idea de iniciar una medida de fuerza que obstaculizaría la reanudación de las actividades áulicas.
La intención de iniciar un plan de lucha prima tanto entre los educadores de nivel inicial y primario, y entre los docentes de nivel medio y superior. Entre los primeros, prevalecen los cuestionamientos hacia la conducción de la Asociación de Educadores Provinciales. La situación parte de una interna gremial que eclosionó durante el proceso de nominación de congresales. Sin embargo, en dicho marco se hicieron evidentes las diferencias de criterio entre la dirigencia y los afiliados que demandan una postura más “combativa” frente a las imposiciones salariales del gobierno.
Por su parte, este sábado, se desarrollará una asamblea en el Centro de Docentes de Enseñanza Media y Superior en cuyo temario sobresale el análisis de la última propuesta de recomposición salarial. En este punto, cabe reseñar que el gobierno propuso una actualización del 10% de los haberes y el pago de una suma, a la que gobierno denominó “FONID”, que tan solo rondaría los 28 mil pesos. Por lo limitado del ofrecimiento desde la conducción gremial no se descarta una medida de fuerza en el reinicio del ciclo lectivo.
En declaraciones a medios locales, la dirigencia de este último sector aseguró que en la coyuntura la mayor preocupación de los trabajadores es la cuestión salarial. En tal sentido, la titular del gremio, Mercedes Sosa, aseguró que tras el profundo conflicto docente del año anterior “no se vio una política salarial que fuera acompañando el aumento logrado en el básico salarial”.
“No sentimos que haya aumentos, por el contrario, sentimos que hay una baja salarial”, remarcó. Al mismo tiempo detalló que durante diciembre del 2023 no hubo aumento alguno. Ya en febrero del año en curso la actualización tan solo llegó al 30%, en abril se otorgó un 10%. Igual porcentaje se concedió en mayo, en junio no se ajustaron los ingresos, y en el mes de julio el gobierno dispondría una recomposición del 10%. Atenta a ello, precisó que desde diciembre pasado a julio del presente año la inflación marcó un 93% mientras que el acumulado de actualizaciones rondaría el 60%.
“A esta situación le debemos sumar el hecho de que a nivel nacional todavía no se resolvió la paritaria docente por lo que los gremios que están adscriptos a la CGT están pidiendo 530 mil pesos de piso mientras que el gobierno solo ofrece 380 mil con lo cual hay un desfasaje, y además los docentes hemos sufrido el recorte del FONID que representaba 28 mil pesos por cargo”, detalló.
En dicho contexto, resulta lógico que numerosos trabajadores de la educación en la provincia planteen la necesidad de avanzar con reclamo concretos en el orden provincial para lograr una verdadera recuperación de los salarios. A ello se suman los cuestionamientos ya conocidos en torno a la metodología definida por la administración local marcada por permanentes imposiciones de las actualizaciones en franco desconocimiento de las mesas paritarias y las demandas de los trabajadores.
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