La expresión, utilizada frecuentemente por la mayoría de los sindicalistas del país, es compartida por el titular del Sindicato de Luz y Fuerza de la provincia de Jujuy, Pedro Belizan, quien analizó la situación que afecta a los trabajadores estatales de la provincia que continúan padeciendo bajos salarios frente a niveles inflacionarios que superan ampliamente los porcentajes de recomposición dispuestas por el gobierno local.
A la espera de conocer el real impacto de la última actualización salarial determinada por el ejecutivo, el dirigente sindical sostuvo que la misma no cubre las expectativas de los trabajadores estatales. “No creo que haya conformidad porque la situación no solo pasa por los salarios, sino que también pasa por una readecuación real de los salarios”, remarcó el sindicalista quien a la vez alertó sobre el deterioro de los ingresos registrado en los últimos años.
Respecto de esto último aseveró que hasta no hace mucho tiempo, “hubo una inflación del 200 % mientras que los salarios solo corrieron un 60 %”. A partir de ello consideró que, en procura de garantizar ingresos dignos, “hoy debemos hablar de una readecuación de los salarios real para que no se conforme la dirigencia gremial sino para que se conformen los trabajadores”.
Al ampliar conceptos no dudó al afirmar que, “Los trabajadores no llegan a fin de mes mientras que hoy se actualizaron todos los servicios”.
En igual sentido, al aludir a las políticas salariales implementadas por los gobiernos, expresó, “no entendemos cómo se van a recomponer realmente los salarios de los trabajadores (…) creo que tenemos que rever eso, por lo que esto no pasa por una paritaria”. Asimismo, apuntó contra los indicadores de inflación que barajan y emiten los organismos oficiales que no coinciden con las variaciones de precios que advierte la población. Sobre el particular, dijo, “hoy hablamos de la inflación maquillada que da el gobierno nacional que solo da un 1.5 o un 1.7 % pero sabemos que un kilo de carne valía hace un año 7 u 8 mil pesos mientras que hoy llega a los 16 o 17 mil pesos”. Además, expuso que, “los servicios no están caros, sino que los salarios están baratos, y ese es el problema, por lo que es más fácil comprar un sueldo que comprar un kilo de pan”.
No dejó de advertir sobre las disparidades observadas en los ingresos de distintos sectores de trabajadores. “Uno ve una disparidad muy grande”, dijo, para luego señalar que, “no se debe igualar hacia abajo y siempre decimos que hay que igualar hacia arriba”. “Los trabajadores también deben tener una vida razonable con el esfuerzo que realizan todos los días”, enfatizó.
Consultado sobre las discrepancias sobre los recursos con los que cuenta el estado provincial para cubrir las demandas de los agentes de la administración, que continúan demandando mejoras sustanciales en los salarios, Belizán puso el foco sobre los discursos sobre el superávit alcanzado por el estado provincial. “Hay grandes anuncios sobre un superávit, pero el trabajador al ver su salario observa que no tiene superávit por lo que creo que el mensaje que da el gobierno no es el correcto, o en todo caso, está dando un discurso solo para la tribuna y no para resolver las necesidades de los trabajadores”.
“Si no pagamos la educación, si no pagamos lo que comemos y si no pagamos el lugar donde dormimos seguramente va haber un superávit, entonces, hay que hacer las reglas de juego claras de manera que si hay superávit este debe tener a los trabajadores adentro, y no tener a los trabajadores afuera”, manifestó.
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