Estatales de Jujuy: Sin Paritarias y sin recomposiciones de Salarios
Mientras los oficialismos nacional y provincial intentan recuperarse del cachetazo electoral del pasado 13 de agosto, los efectos de la devaluación golpean con rigor pocas veces visto los bolsillos de la clase trabajadora. Las medidas económicas, presentadas durante el fin de semana por la administración nacional, reflejan un intento por mitigar los efectos de la crisis, y a la vez, una maniobra política con claro tinte electoral previo a la campaña rumbo a los comicios generales de octubre.
La rápida reacción del gobierno acrecienta las probabilidades de una recuperación del caudal de votos perdido durante las primarias, aunque dicha posibilidad está sujeta a numerosos factores, no solo económicos. Pero al menos es un intento.
A diferencia de lo resuelto a nivel país, en la provincia de Jujuy, donde también el oficialismo pagó un alto costo por su indiferencia frente a las reales necesidades de la población, no se observan movimientos trascendentes que al menos generen expectativas de un cambio en la estrategia camino a los próximos comicios. Ahora bien, por el momento, en la provincia de Jujuy los funcionarios solo expresan “buena voluntad” y “predisposición al diálogo” con los sectores sociales y sindicales.
Es de público conocimiento que a pesar de las demandas por mejoras salariales, las autoridades omiten presentar propuestas concretas de actualización de haberes. Salvo el sector docente, cuyos dirigentes ya tomaron conocimiento de la propuesta de recomposición en algunos ítems salariales hasta el mes de diciembre, el resto de los gremios se mantienen expectantes ante eventuales definiciones.
Desde los sindicatos se admite que las medidas de fuerza por mejoras salariales y en contra de la reforma de la Constitución implementadas durante junio y julio generó un desgaste entre los trabajadores que obligó al cese momentáneo de las protestas en procura de una reorganización y redefinición de las estrategias para alcanzar los objetivos. Sin embargo, al paso de las semanas, la mayoría de los sectores sindicales no logran reactivar las demandas a pesar de la compleja situación inflacionaria producto de la devaluación definida por la administración nacional con posterioridad a las elecciones PASO.
Cabe mencionar que la generalizada suba de precios de las últimas semanas absorbió gran parte, sino todas, las recomposiciones aplicadas en el mes de julio. En este sentido, también vale destacar que a nivel nacional las principales centrales obreras y sindicatos lograron revisiones de los acuerdos paritarios con actualizaciones para los próximos meses.
A ello debe sumarse el impacto que tendría el paquete de medidas anunciadas durante el fin de semana por el Ministro de Economía, Sergio Massa, que se traducirían en asistencias económicas a para los trabajadores de la administración pública y del sector privado, y a amplios sectores de la población. A partir de esos anuncios se espera que las administraciones provinciales definan también medidas paliativas para morigerar el impacto del proceso inflacionario que se profundizaría en las próximas semanas.
Independientemente de que por el momento no se conoce el real impacto de los anuncios oficiales, se entiende que los mismos constituyen un reconocimiento por parte del gobierno central de la gravedad del momento económico en el país. Por ello, resulta lógico que en los distritos del interior se generen expectativas en torno a medidas paliativas.
Conforme a la experiencia de años anteriores, el Ejecutivo, que procura rearmarse rápidamente para revertir los resultados de las elecciones PASO, destinaría todos sus esfuerzos y recursos a la próxima campaña electoral. Con acuerdo a ello, es de esperar que las definiciones salariales, y eventuales recomposiciones, recién se den a conocer en octubre, con lo cual las miles de familias de empleados públicos se verán obligadas a soportar lo peor de la crisis económica con las actualizaciones ya definidas por el gobierno.
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