Transporte Público en Capital: 15 Años de una problemática sin Solución
En las últimas semanas, han sido periódicas las denuncias de los usuarios del servicio de transporte urbano de la capital jujeña en torno a las limitaciones y problemas de las empresas para cubrir los diferentes sectores de la ciudad. Las quejas y denuncias no resultan una novedad, por el contrario son una constante desde hace ya varios años en los que la comuna no logra resolver una problemática que a partir del actual contexto nacional y provincial podría agravarse.
A pesar de las innumerables denuncias y críticas que esgrimen miles de usuarios de la
capital, las autoridades municipales, particularmente de la Secretaría de Servicios Públicos, omiten brindar respuestas concretas sobre el real estado del sistema de transporte urbano. Por el contrario, evitan permanentemente las consultas de los medios de prensa, incluso de aquellos que son adeptos a la gestión de turno.
Apegados a recurrentes discursos, disociados de la realidad de la población, algunos funcionarios esgrimen argumentos, algunos de los cuales rayan en lo absurdo. A modo de ejemplo, se sostiene que a partir de la extensión horaria en los establecimientos de nivel primario se generó en algunos momentos del día una mayor demanda a lo que se registraba en años anteriores. Cabe recordar que desde mediados del 2022 las autoridades nacionales y provinciales ya anticipaban cambios en los horarios de entrada y salida de los estudiantes de primaria por lo que tanto el municipio como las empresas dispusieron de tiempo suficiente para prever y diagramar cambios en el sistema que garantice una mayor cantidad de unidades en circulación de cara al inicio del ciclo lectivo 2023.
Lo ilógico de algunos planteos de las autoridades municipales también queda en evidencia cuando se carga responsabilidades sobre la ciudadanía. Periódicamente se observa en las paradas amontonamientos y discusiones entre usuarios que pugnan por acceder a las escasas unidades en circulación. Dicha situación deriva que las unidades circulen abarrotadas de pasajeros dejando en espera a muchos otros en las paradas. A ello se suman, argumentos en torno a las demoras que se registran en algunas líneas por los desvíos que deben realizar las unidades por obras que se realizan en la vía pública. En este punto también se evidencia la falta de planificación o la impericia para definir circuitos alternos para un servicio que, según las propias palabras de las autoridades, es “esencial” para la comunidad.
Párrafo aparte merece la mención permanente de los funcionarios municipales a lo que es la emergencia y proliferación de vehículos particulares, e incluso servicios vía aplicaciones, como UBER, que brindan una alternativa a los usuarios. En más de una ocasión la comuna hizo alarde de los controles y la demora de unidades no habilitadas para la prestación del servicio de transporte de pasajeros. Sin embargo, no se admite que el número cada vez mayor de estas unidades “ilegales” es consecuencia de las limitaciones de las empresas habilitadas y la ausencia de una política de Estado que satisfaga la demanda de una población que creció a la par de la expansión urbanística en los últimos 15 años.
A partir de estas, y otras situaciones que caracterizan al sistema de transporte en la capital jujeñas, se puede inferir que las autoridades, que aspiran a una nueva gestión en las próximas elecciones, no pueden hasta la fecha responder a las demandas de los usuarios de numerosos barrios, especialmente de los sectores más alejados del casco céntrico, como Alto Comedero o la zona sur de la capital, y otros.
You must be logged in to post a comment Login